ESCUELA DE ORACIÓN


Para crecer en la fe debemos orar con regularidad. Una fe sin oración frecuente desaparece con el paso del tiempo, es como una flor que no se riega, se marchita y al final muere.

Muchos creyentes achacan su poca vida de oración a la falta de tiempo y a que no se les ha enseñado a orar. El tiempo siempre se puede buscar en dependencia de las ocupaciones propias del estado de vida de cada uno, unos podrán orar durante horas, a otros les ocupará algunos minutos a lo largo del día, lo importante es decidirse y hacerlo.

Esta sección pretende ayudarte a descubrir la oración a través de reflexiones. Esperamos pueda servirte de mucha ayuda.

"Aprender a orar es enamorarse ¿Sabes el método? No lo hay. El deseo nace. Y lo que nace no se aprende" (J. Garrido)

"Sobre la oración sabemos ya casi todo, menos orar" (F. Ruiz).

Mientras no hemos alcanzado las cimas de la intimidad con Dios necesitamos que...

-alguien nos enseñe a escuchar al Dios que llame a nuestra puerta.
-alguien nos enseñe a silenciarnos para ser capaces de esa escucha.
-alguien nos enseñe a dejarnos llevar hasta el desierto donde Èl nos quiere hablar al corazón.
-alguien nos enseñe a entender que la oración no es trato de negocios, sino de amigos.
-alguien nos enseñe a ser amigos de tan buen Amigo.
-alguien nos ayude a descubrir huellas de su presencia en todas partes.
-alguien nos enseñe a atravesar áridos valles y noches oscuras mientras andamos a la busca de su Rostro...